Existen grandes beneficios tanto para los niños con discapacidad como para los que no la tienen. Todos pueden aprender de todos y además, potenciar lo mejor de ellos mismos.
- La inclusión educativa fomenta la relación entre todos los niños.
- Desarrollamos las fortalezas y dones individuales.
- Enseñamos a la medida de todos. Todos los estudiantes aprenden de manera diferente.
- Los alumnos son los verdaderos protagonistas del aprendizaje. Los profesores nos encargamos de que cada niño desarrolle su máximo potencial, siempre desde el cariño y la cercanía.
- Fomentamos una cultura de tolerancia, solidaridad y sensibilidad.
- La
educación inclusiva ofrece oportunidades para aprender y aceptar las
diferencias individuales, respetándolas y reduciendo así el acoso escolar.
- El desarrollo de amistades con una amplia variedad de otros niños, cada uno con sus propias necesidades y capacidades individuales. Los propios compañeros del aula son apoyos naturales para los niños con dificultades, valorando cada esfuerzo y logro.