Para conseguir alcanzar una adecuada velocidad lectura hay que partir de unas premisas básicas. En primer lugar, lo más importante es leer y leer, cuanto más y más variado mejor; sólo de este modo, con la práctica, se obtiene un buen hábito que permita leer de forma rápida y eficaz. Asimismo, la lectura continuada permite ampliar de manera significativa el vocabulario, imprescindible para que la velocidad de lectura sea mayor. Por otra parte, la concentración juega un papel fundamental en el ritmo de lectura, por eso, hay que intentar leer siempre en un entorno sin distracciones en el que el lector pueda concentrarse fácilmente.
Una técnica que podemos usar para mejorar en la rapidez y comprensión es la siguiente:
Técnica de las tres paginas: ésta es una de las técnicas para incrementar la rapidez de lectura más eficaces. Para llevarla a cabo, lo primero que se debe hacer es seleccionar tres páginas consecutivas de un libro; la primera de ellas se ha de leer al ritmo normal de lectura que se suela utilizar, la segunda hay que intentar leerla a la mayor velocidad posible, aunque no se comprenda o entienda nada, y la tercera y última página se lee asimismo lo más rápido que se pueda, pero esta vez intentando comprenderlo todo. Con la repetición continuada de esta técnica el lector puede comprobar como cada vez aumenta más su velocidad lectora.
Ejercicios para practicar:
- Durante 15 ó 20 minutos al día, practica la lectura tratando de mejorar la rapidez y la comprensión. Al cabo de tres o cuatro semanas comprobarás que te resulta mucho más fácil.
- Para medir los resultados, cronometra cuánto tardas en leer un capítulo de un libro y calcula cuántas páginas por hora puedes leer. Apunta los resultados y compáralos semanalmente.
- Técnica de las tres páginas: escoge tres páginas de un libro. Lee la primera a tu ritmo habitual; la segunda, a toda velocidad, aunque no comprendas nada; lee la tercera página más rápido de lo normal, pero tratando de entender lo escrito.
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