Os dejamos un artículo que hemos encontrado en la revista online "Hacer Familia" de Deanna Marie Mason, experta en educación y salud familiarsobre:
Cómo favorecer que los hijos sean independientes el día de mañana
A medida que van creciendo, los niños aprenden a ser independientes a través de sus propias decisiones y acciones.
Son capaces de aprender a cambiar su comportamiento a medida que se
enfrentan con situaciones negativas con el fin de disfrutar de sus
propios éxitos.
Y en esta actividad radica la importancia de que los padres no
controlen absolutamente todo lo que hacen los niños, con el fin de que
aprendan que todo tiene consecuencias tanto para ellos como para su
entorno. Por ejemplo, es importante hacerles ver que no se juega hasta
que no tengan los deberes terminados porque los padres no van a hacerlos
por ellos antes de ir al colegio.
Los padres son los encargados de transmitirles disciplina y autocontrol en base a los valores familiares, ya que es la única manera de que los niños aprendan qué es la independencia y cómo han de aplicarla el día de mañana.
1. Estableciendo límites. Los niños se hacen
independientes en la medida que aprenden a controlar sus cuerpos, mentes
y emociones y sus tutores deben inculcarles estas normas de una manera
cariñosa, pero marcando límites y explicándoles qué se espera de ellos y
cómo han de aplicar el autocontrol.
La educación es la única manera de que los jóvenes comprendan que existen límites, y que cada persona tiene unos derechos y unas obligaciones
que tienen unas consecuencias. Si somos capaces de enseñarles a usar
estas herramientas, los niños estarán listos para superar cualquier
obstáculo, alcanzar sus deseos y disfrutar de la vida tanto en
comunidad como individualmente.
2. Aceptación de las normas.
Estas relaciones les ofrecen un modelo de conducta y la facilidad de
aprender a hacer las cosas por sí mismos. Se trata entonces de modificar
su comportamiento para que se ajuste a unas normas que ellos mismos
consideren apropiadas, de ahí su independencia y la capacidad de
mostrarse tal cual son a través de sus actos.
De ahí la responsabilidad de los padres de fomentar la relación de sus hijos con el entorno con
el fin de que se conozcan a sí mismos y la persona en la que se quieren
convertir. Además, es importante crear un clima de aceptación en el que
se sientan seguros y no juzgados, sino comprendidos y asesorados.
Prestar atención a las actividades que realizan, observando si son
positivas o negativas, ayudará a que ellos mismos adopten una actitud
responsable.
3. Toma de decisiones.
Desde la infancia han de ser capaces de tomar sus propias decisiones y
modificarlas en función de sus necesidades. Si vemos que estos actos no
le van a suponer un problema o un perjuicio, será el momento de darles
la capacidad de que tomen sus propias decisiones, creando de esta manera
su propio camino. Los jóvenes así serán capaces de adquirir su independencia para independizarse y prepararse para la vida adulta.
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